No, pero las personas lesionadas normalmente pueden practicarlo sin dificultades.
Ante todo, es necesario preguntar si las clases ofrecidas están a cargo de profesores certificados. La profesionalidad es muy importante; el cuerpo es demasiado valioso como para ponerlo en manos de una persona que podría carecer de los conocimientos necesarios. En segundo lugar, hay que preguntar qué tipo de Pilates se imparte. No todas las técnicas son iguales y un estudio debe ofrecer transparencia sobre el servicio que presta a sus clientes.
Por último, hay que averiguar si el estudio/centro cuenta con el parque de máquinas necesario. Este requisito es imprescindible, ya que las máquinas, originariamente diseñadas por J.H. Pilates, forman parte integral de la práctica del método.
En resumen, Pilates sin máquinas no es Pilates; muchos estudios ofrecen sólo una parte del método y no el método entero, lo cual implica un desconocimiento de su esencia y sus posibilidades.
Y como ocurre con otras disciplinas corporales, las versiones light de la técnica Pilates, aplicadas desaprensivamente, sin un conocimiento completo y profundo del método, pueden resultar más perjudiciales que benéficas.